Edificios

lunes, septiembre 11, 2006 || Escrito por Omnipunctum

Los buenos edificios, pese a lo que se pueda decir en contra, son tan esenciales como difíciles de construir (¡Tal es el trabajo de arquitectos y constructores!). El hecho de poner un pilar en un lugar o en otro, o el de pasar por ciertos lugares los muros, no sólo afectará en el sentido estético, sino también en el mantenimiento de dicha creación. Para ello, como acto no fácil de realizar, se requiere de una fuerte colaboración entre aquellos que intentan llevarlo a cabo, evitando todo error posible, el cual, aun siendo en ocasiones casi desdeñable, podría derrumbar todo el esfuerzo realizado.

Para que a un edificio pueda añadírsele la palabra "bueno", debe ser un lugar en el que sus inquilinos puedan sentirse seguros. Un lugar, en el que poder refugiarse de todo tipo de sucesos: desde granizos y tormentas, hasta asuntos más íntimos como el mero hecho de querer refugiarse de la realidad y buscar un apoyo dentro de dicho lugar. De esta manera, aunque obviamente no lo llamamos "edificio", los humanos vamos creando, entre nosotros, esos mismos edificios, en los cuales, por pura naturaleza propia, buscamos todas esas características que necesitamos para que se le pueda añadir esa palabra.

Posiblemente, los que hayáis llegado hasta aquí os estéis preguntando por qué estoy hablando de edificios, y el por qué de este ejercicio de masturbación intelectual. Simplemente, considero que el construir un buen cobijo en el que busques (y des) apoyo resulta absolutamente esencial, y hoy, por haberse colocado un cimiento en el lugar donde no tocaba, me ha dado la sensación de que uno de los edificios (construidos por mí) que más me importaban se ha derrumbado.

Y todo por un simple "no tengo ganas".

(Supongo que hoy otro dios ha muerto).

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