¿Puede darme más hojas?

sábado, junio 25, 2005 || Escrito por Omnipunctum

Como casi todos los sábados, hace exactamente una semana (y unas pocas horas) fui a ayudar a mis padres a hacer la compra semanal. No es que me guste mucho el lugar donde compran (digamos que ni "El Corte Inglés" ni "Mercadona" son mis lugares favoritos), pero nunca no he opuesto resistencia a la hora de ayudarles (vaya o no, comprarán en el mismo sitio).

Recuerdo que estábamos en la caja de Mercadona. El chico que nos atendía parecía algo más joven (y más simpático) de lo que suelen ser los dependientes. Tampoco es que fuese muy joven (estaría al final de sus treinta más o menos), pero posiblemente el hecho de que tuviese un peinado con gomina y un carácter un tanto más animado (que se notaba incluso a la hora de pasar el código de barras) creaba esa ilusión perceptiva. En ningún momento mantuve una conversación con el hombre (no suelo hablar con los dependientes, al igual que no suelo hablar con los desconocidos en general por mi ya conocida timidez), pero, no sé muy bien por qué, en ese momento, no hubiese opuesto resistencia a mantener una pequeña conversación entre cliente-dependiente.

Al rato veo que se acaban las bolsas de plástico (sí, sé que sería más ecológico el comprar una de esas bolsas de plástico duro y llevarla siempre que fuese a comprar... Pero me suelo excusar diciendo que no soy yo el que compra). Como todas las veces que me ha ocurrido este hecho de lo más típico y aburrido, le pido al dependiente, con un toque de pequeña simpatía (raro en mi carácter tímido), más bolsas. Sin embargo, no fue eso lo que dijeron mis palabras:

"¿Puede darme más hojas?"

Al oírme a mí mismo me extrañé de lo que dije. El dependiente, posiblemente ignorando que había dicho "hojas", posiblemente entendiendo que quería decir "bolsas" en vez de aquello, o posiblemente descojonándose (o extrañándose) interiormente de lo que dije, sacó más bolsas, como si simplemente hubiera dicho.... "bolsas".

"Será cosa de los exámenes", pensé en ese momento. Freud, en uno de sus delirios psicoanalíticos (que "desgraciadamente" dicen que están ya algo desfasados dentro de la psicología y psiquiatría moderna), podría haberme dicho que había sustituido incoscientemente al dependiente con un profesor, querriendo expresar un simple deseo de estar en clase (¡o la pesadez de ésta en ocasiones!); o posiblemente, me hubiese dicho que esa relación bolsa-hoja vendría dada por una pequeña obsesión con los exámenes.

Poco después repetí las mismas palabras (aunque en voz muy baja como para ser oído), volviéndome a extrañar por repetirlo.

Supongo que ya necesitaba vacaciones.

Hoy estoy familiar

miércoles, junio 15, 2005 || Escrito por Omnipunctum

Image Hosted by ImageShack.us

:D.