No me suelen gustar mucho los anuncios, pero hay uno de Renault que me gusta bastante. El spot en cuestión es ese en el que sale un señor que quiere hacer un negocio en el que vende "nada", y que, aun siendo un negocio absurdo, los señores de Renault "confían en su negocio".
Claro, a primera vista, cuando ves el anuncio (que es lo que, muy probablemente, esperan los señores de Renault) piensas en lo absurdo del negocio. Ese fue mi primer pensamiento. Sin embargo, a la vez "x" (no sabría decir qué número, ya que suelo ver poco la televisión), una noche, pensé: ¿Acaso nosotros mismos no compramos muchas veces "nada"?
En el mismo anuncio, habían muchos ejemplos de veces en las que se compra "nada". Uno era el de los jóvenes (aparentemente voluntarios), a los que sus padres les regalaba "nada" ("¡Capitalistas!" decían), o la de esa señora mayor que aparece en el final del anuncio, que quiere un poco de nada. Yéndonos un poco del anuncio, estaría el caso de los cumpleaños. Por una cuestión de rol cultural, en un cumpleaños, se debe comprar un regalo. Da igual que sea una patata, que sea un tocadiscos, que sea una maravilla, o que sea un fragmento de excremento de no-sé-qué persona famosa: Pero has de hacer un regalo. ¿Y qué es lo que mucha gente hace? Comprarlo (¡Es lo más fácil!). ¿Y qué suelen comprar? Una chorrada. O lo que es lo mismo, NADA(*).
Una primera conclusión de esa "nada" de Renault es que vivimos en una sociedad de mercado, en la cual, en muchísimas ocasiones, hemos exagerado el hecho de tener que comprar. Da igual que compremos una chorrada: Lo importante es comprar (*).
Pero lo mejor de todo es que esta "cultura de la nada" no se ve únicamente en el consumismo (¿a que por decir esta palabra ya me sé de uno que me criticará el post? :P). ¿Qué es lo que generalmente se ve en la televisión? Nada ¿Qué es lo que, en más de una ocasión, comemos? Nada (Véase Ferran Adrià y el Guiñol: "Nada, con un poco de aire") ¿Qué es lo que nos dice más de un personajillo (con bigote o sin bigote)? Nada.
Posiblemente, a estas alturas de post, pensaréis que estoy loco (ya estoy acostumbrado :D), que estoy diciendo tonterías, que desvarío, que eso de "consumismo" suena muy de ideólogos del comunismo (Curioso: consumismo tiene sólo una letra más que comunismo: una s). Pero me vais a dejar seguir con mis locuras (que, al fin y al cabo, ¿no son estos "pensamientos inexistentes"? - "De cómo decir chorradas o de cómo fastidiar el nombre de un weblog" -).
Hará poco más de una semana, se me escoñó el ordenador (debido a problemas que, obviamente, ahora no vienen a cuento), y, por una de esas, debido a la ausencia de éste, me dio por abrir mi libro de filosofía (
¡Qué raro...!). Estaba ojeando un tema bastante curioso(Creo que se llamaba "Grandes problemas de la metafísica occidental"), en el que, al principio, salían una serie de preguntas referentes a la metafísica (lógico). Una decía así:
¿Existe algo más que la materia y la energía?
La verdad es que me había preguntado más de una vez esa pregunta (No exactamente igual, pero sí que me había preguntado por la existencia del alma y demás cosas, de las cuales no voy a parar ahora). Pero al leer la pregunta, me pregunté entonces: ¿Existe la materia?
Seguro que, al leer ésta última cuestión que acabo de formular, muchos se estarán partiendo el culo ("¡Baaaaah! ¡Pues claro que existe! ¿Acaso no la ves con tus ojos? ¿Acaso no la sientes mientras escribes estas líneas? ¿Acaso, por alguna de tus locuras de carácter absurdo, no hueles el olor que desprende? Filosofía... ¡Ese pseudoconocimiento ya superado!"). Sí, sé que, aparentemente, es una pregunta que suena totalmente estúpida: pero en el fondo no lo es tanto.
Primero, intentemos definir qué es la materia; según la química, es todo aquello que tiene masa, volumen, etc. Pero entonces, yo me pregunto: ¿Qué es realmente la materia? Es decir, cuando oigo la palabra "materia", la palabra "energía", o la palabra "espíritu", ¿qué es lo que 'oigo', además de una palabra? ¿Qué tienen en común estas tres palabras? Que son un concepto.
Pero, ¿qué coño es un concepto? No es más que una forma de 'abstracción' de algo que hemos 'sentido' ("sentir" en el sentido de lo que reciben nuestros sentidos), la cual necesita de palabras (lenguaje) para 'existir'. Pero, ¿qué son las palabras? No son más que una forma de comunicación humana, una forma de comunicación de ideas, las cuales, no se sitúan fuera de nuestro ser: sino dentro (¿Acaso, cuando yo hablo con mi amigo Álex, estoy enviando realmente palabras?). Así pues, cuando 'vemos' un 'ordenador', ¿realmente lo que hay delante es un ordenador? ¿O simplemente INTERPRETAMOS esa serie de sensaciones que recibimos como 'ordenador'?
Ahora, los cuatro gatos que habrán llegado hasta esta parte de la parrafada, se preguntarán: ¿adónde nos quieres llevar? (Y seguro que también pensaréis: "¡Joooo, por Esnupiiii, ¿cuándo vas a terminar de escribir? ¡¡¡¡Tengo el juego del móvil en pausa desde hace media hora!!!!"). Simplemente, os quiero decir, que, fuera de nuestra mente, NADA, ABSOLUTAMENTE NADA de lo que decimos que "es", realmente es como tal (¿Un coche es rojo? ¡Falso! ¡Es una interpretación de tu mente! ¿El camión ha emitido un ruido? ¡Error! ¡Ha sido una interpretación de tu mente!). Así pues, las cosas, tal y como tenemos en nuestra mente, NO existen.
¿Existen los espíritus como tales? No. ¿Exite mi ordenador como tal? No. ¿Existe la materia como tal? No.
Y... ¿Existo yo como tal?
Mi respuesta, frente a la del famoso Descartes, es no. "Yo" no existo como tal: ese "Yo" no es más que un concepto que, como el resto, se ha creado por pura conveniencia evolutiva.
Yo no necesito genios malignos para decir que nada existe ;).
Post Scriptum: El hecho que afirme que no existe nada como tal no implica que piense que debemos de dejar de filosofar, o de conocer, o de cualquier otra cosa, pues, evolutivamente hablando, el conocimiento y la curiosidad humana nos han ayudado a sobrevivir.
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(*) y (2*) Que diga eso sobre los cumpleaños no indica quejas ante los regalos que se me dieron el día de mi cumpleaños :P (que, para los que no lo sepan, estaba prohibido comprarlos, a menos que fuese un libro).
